Una buena amiga mía reafirma mi teoría una y otra vez.
Recuerdo perfecto mi epoca de servicio social con ella en la misma oficina, dirigida por el mismisimo Juan Topo (si el de los Simpsons).
Una de las ocasiones que más recuerdo fue aquella vez en que el jefe llegaba de viaje tras irse de vacaciones de navidad.
El esplendido señor llegó cual santa claus entregandonos una cajita de esas riquisimas galletas de mantequilla, que para nuestro lamento solo tenía 8 galletas, al menos se había acordado de nosotros.
Lo interesante llego cuando vimos el "pequeño regalo" que recibió nuestra amiga, dos botellas: Una Chivas Reagal edición especial y una Johnny Walker red label.
Quiero pensar que nuestro Santa Claus tenía en la lista de niñas buenas a mi amiga y no que tuviera otra intención con tanto alcohol.
Hay Juan Topo tán esplendido.
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