Es fantastica esa sensación de despertar a media tarde y saber que nadie espera nada de ti y que no le debes nada a nadie, que todo tu tiempo y capacidad es meramente para ti.
Nada de saber que tendrás que levantarte temprano, o que no has planchado ropa o que no hiciste la tarea o el reporte, no no no.
Este es el momento perfecto para reflexionar sobre la vida y hacer todas las cosas que uno siempre ha querido si no fuera por un pequeño detalle... la hueva.
A sabiendas que no hay nada que hacer y que todo depende de uno, conosco a muy pocas personas que por su propia voluntad se levantarían, bañarían y harían algo productivo con sus vidas.
Eso o yo y mis amigos somos una bola de huevones.
PD: Para eso existen los inicios de año ;)